Como bien dice el popular dicho , no hay dos sin tres , pero esta vez fueron cuatro las victorias consecutivas de un Ondense que de la mano de Pascual se encarrilaba hacia la parte alta de la tabla . Pero a la quinta fue la vencida , esta vez toparon con el Estivella , un equipo veterano , más experimentado en la categoría que supo aprovecharse de ella para llevarse un partido del todo igualado . Igualado en la 1ª parte y roto en la 2ª por un tempranero gol del Ondense que hizo envalentonar al experimentado rival que en sendos contraataques dio la vuelta al marcador . A partir de aquí sacaron a relucir su veteranía y ese abanico de estratagemas para parar el partido y sacar de quicio , 1º a los jugadores , 2º a los entrenadores , 3º al árbitro y por último al público presente que estaba aguantando las bajas temperaturas del Olimpic y presenciaba una obra teatral de simulacros de lesiones . Esta representación del equipo rival terminó con tres expulsados y un árbitro abucheado por el público que vio como fue incapaz de terminar
con tanta marrullería por parte del equipo rival . Tras las continuas solicitudes del final del partido , del entrenador visitante , el árbitro señalizó el final del mismo con bastante tiempo añadido por las reiteradas interrupciones que tubo el espectáculo . Con un estrechón de manos y alguna palmadita en la espalda , se retiraron los contrincantes al túnel de vestuarios como si aquí no hubiera pasado nada . Posiblemente lo más destacado del partido , la deportividad una vez finalizado el encuentro .
Más tarde se reunió el equipo al completo en el Restaurante Alonso para celebrar una cena de confraternidad que vino a demostar ese buen rollito que reina en la plantilla y el bloque que ha logrado forjar el mister del Ondense , Pascual Arroyo .
